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Puebla, Mexico
Reunimos historias escritas de la memoria de las almas que han pisado tierras poblanas. Si quieres compartir algún recuerdo por la ciudad de Puebla te invitamos a hacerlo al correo memoriadepuebla@gmail.com Dulce Jurado y María Eugenia Jiménez Melo autoras del proyecto

viernes, 12 de noviembre de 2010

SIN TÍTULO

Existe un mimo desgarbado que vive en mi cabeza hace años ya,  y que ronda el centro de la ciudad, siempre con una boina negra descolorida, a veces sin maquillaje, a veces con barba de dias, en San Valentin desnudo con un pañal, arco y alitas; para navidad con un mameluco rojo enorme y un costal mugroso. A veces se le puede ver en un jeep destartalado y descascarachado a no mas de 20 por hora y hablando consigo mismo mientras recuerda como lo que recuerdo yo.

Ocurrio un viernes hace aproximadamente 10 años, entonces estabamos siete amigas y yo, en la epoca en que el Desvan (suerte de cafeteria arriba de una paletería en el portal) tenia espejos como en cenefa en cada pared, yo estaba de frente y vi al Mimo aparecer a un lado de la rockola. Ellas empezaron a ponerse nerviosas.  Él hizo su acto. Trato de ser simpático pero alegamos no tener dinero, justo estabamos juntando para pagar, (ese era el argumento, que apenas y nos alcanzaba), entonces empezó a hablar y a explicarnos que era terrible como la moneda mexicana no tuviera el mismo valor de antes;  porque días atrás él había ido a echarse un taco a una reconocida taqueria de los alrededores con las monedas que la gente le donaba (puros centavitos), pero el taquero le hizo el feo.   En este punto ya no veía a nadie en la mesa, veía al espejo, y yo desde mi lugar contando los centavitos para pagar la cuenta lo veía a traves del espejo.   
Dijo que el taquero no le queria aceptar sus monedas y que el trató de argumentar que si el banco las valoraba, él tenia que hacerlo pero nada que le vendieron su taco, y como fueron tan mugres que no nos extrañara que un dia de estos vieramos en las noticias que el taquero aparecía muerto, porque el mimo tenía amigos expresidiarios que se encargaban de esas cosas y si ese tipo no respetaba la moneda mexicana pues se merecia lo que él le mandara a hacer, aquí como enamorados nos mirabamos directamente desde el espejo.

Mis acompañantes se apanicaron, la más miedosa saco dinero, le dio su limosna y el tipo se fue a amedrentar a otra mesa, que ya habia escuchado todo - porque discreto no fue-, pagamos, salimos y me fui al telefono de la esquina a reportarlo con el 066, no pasaron ni 3 minutos, nosotros nos entreteniamos en el puesto de periodicos frente a la entonces tienda de musica de reforma y 5 de mayo  y ¡zas! que lo agarran, lo vimos subir a la patrulla.  Ya con algo de remordimiento de mi parte pensé que aunque  la verdad su maquillaje al principio era chido, también estaba  enojado porque sentía que él  no tenia porque arruinar nuestros tacos con historias de taqueros muertos...

A principio de la semana siguiente encontraron muerto al famoso taquero y desee haber valorado antes la moneda fraccionaria, quizas asi hubiera sido mejor que verlo con cara lavada y sin jeep...

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