Dos alumnos no eran suficientes para establecer la nueva carrera de Ingeniería Química, por lo que convencieron a dos compañeras en la aventura. Nona Palma y Eloina Pérez. Más adelante ya establecida la escuela se sumó Gabriel Jara Pérez, no creo que porque quisiera ser ingeniero, pues él ya cursaba la carrera de químico en la facultad de ciencias químicas, pero posiblemente fue atractivo para él la presencia de “La Nona” con quien posteriormente se casó.
Ing. Raúl Sánchez Teruel
Amo esta historia!!
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