Que grato es recordar que hace aproximadamente 17 años yo era un adolecente: un taxista tomo un atajo por el antiguo callejón del estanque de los pescaditos, que precioso lugar, verdaderamente era un espacio extraviado para mí, pero era mágico y a la vez inquietante, estaba tan solitario y nostálgico que a partir de ese día decidí pasar por el mas seguido, estaba abandonado pero se veían grandes barda en ambos lados y una calle larga y llena de historias, por desgracia no me duro mucho el gusto ya que se hicieron las remodelaciones para el centro de convenciones. Una lástima el resultado, pero como me gustaría volver a ver ese lugar como era antes, tan solo en una fotografía.
artista plástico
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