El día 29 de julio, aproximadamente a las 7:00 pm llegué por primera vez a Puebla. Recorrí la ciudad en taxi mientras me trasladaba del aeropuerto al hotel en el que me hospedaría y que se encontraba en el centro histórico, decidí pasear después de registrarme, pero como no conocía bien solo avancé dos cuadras por miedo a un asalto.
Al día siguiente super temprano caminé y caminé por el centro y a cada parte que miraba me sorprendía por los edificios, la gente y la comida (muy rica, por cierto).
Ahora que llevo más de cuatro meses acá sigo sorprendiéndome de lo que pasa en el centro de la ciudad; desde unos payasos contando historias, un cazafantasma, una estatua movible, un loco enojón, las parejas besándose frente a la catedral, hasta encontrarme con la proyección de un documental de lo que existe en Puebla, y que por andar de metiche me detuvieron para escribir esta pequeña crónica.
César Armenta García
Estudiante de intercambio BUAP
Mexicali, Baja California
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