A mi llegada del norte, allá donde el desierto impera y las ciudades son nuevas; me topé con un lugar donde sentí que México es hermoso, vi por primera vez el centro de Puebla con calles empedradas, edificios más antiguos que mis abuelos, música y una infinidad de olores y razas.
Gusté junto con mis compañeros de descubrir todo lo que encierra el centro de Puebla y comenzamos degustando un rico mole poblano, acompañado de poesía, un hombre mayor con un sentimiento profundo nos compartió sus hermosos pensamientos a cambio de unas pocas monedas.
Eso es lo que me llevo de Puebla, el recuerdo de una ciudad donde a la vuelta de la esquina está alguien o algo que encierra una historia, desde el viejecito invidente que suplica compasión hasta el extranjero que viene a darse cuenta que México no es solo pobreza, violencia y drogas.
Yunuén Alejandra Basilio Correjo
Mexicali, B.C.
Estudiante de intercambio BUAP 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario